XANADÚ, EL MUSEO PARA LOS PODEROSOS

Charles Foster Kane, el ciudadano, periodista y fantasía cinematográfica de los visionarios Orson Welles y Herman Mankiewicz volvió a aparecer en las pantallas de un Cinema Caribe en Santo Domingo. Se trata de uno de esos ciclos nostálgicos que lo ponen a uno a ver películas clásicas propias de estudiante de Cine y Fotografía. De forma inolvidable observé de nuevo el mejor preludio de fake news de la historia: “News on the March”, como se llamaba el noticiario cinematográfico de Ciudadano Kane que mostraba la noticia del momento: Kane, el magnate de los periódicos recientemente muerto, había dejado tras de si una extravagante mansión en el trópico norteamericano: Xanadú, palacio inspirado en las historias de las posesiones de Kublai Khan, espacio mítico lleno de riquezas y fantasía que Welles recrea en la película para mostrar el poder simbólico del mass media norteamericano y su profunda influencia sobre la política intervencionista de los Estados Unidos en Cuba y el Caribe a finales del siglo XIX y principios del XX.

El Xanadú de la película de Welles es un palacio en la Florida que el ciudadano Kane se manda a construir para poder llenar el vacío de su niñez perdida (Spoiler alert) y rememorar su momento más preciado en la vida: mamá y el juego de trineo en la nieve. En particular, la descripción del noticiero es interesantísima pues muestra cómo el palacio se construyó a punta del saqueo y de la compra de otros palacios enteros que son importados por barco en precarias cajas de madera para reconstruir el poder de un "Khan de las rotativas" en el estado de Florida: “miles de pinturas, estatuas y las mismísimas piedras de muchos otros palacios” relata la voz en off mientras se ve en la pantalla la exuberancia de piezas y obras de arte que contiene este templo, metáfora de la soledad del poder.
Llevo poco más de un año trabajando en la renovación del Museo Alcázar de Colón, un Museo situado dentro de las ruinas reconstruidas de lo que fuera la casa de Diego, el hijo de Cristóbal Colón nombrado en su tiempo como sucesor y segundo virrey de las Indias. (Esta historia la encuentran en Wikipedia). Rafael Leónidas Trujillo, el terrible y corrupto dictador dominicano decidió, alrededor de 1954, realizar la reconstrucción de este Alcázar y para ello mandó traer, literalmente, palacios españoles que consolidarán su visión hispanista del pasado americano; gran parte de la colección y los artesonados del edificio son de origen español. Era la época dorada de la profunda amistad franco-trujillista. El Museo, creado como una fantasía del poderoso dictador, pretendía recrear un pasado bastante segmentado que se ha consolidado como uno de los legados para la actual ciudad colonial de Santo Domingo. Fue un espacio donde durante décadas se concibió una historia, de naturaleza eurocéntrica, excluyente e invisibilizadora sobre la amplitud de lo que ha ocurrido en el Caribe en cinco siglos.
Poco antes de su cierre para entrar en renovación el Museo seguía siendo ese lugar donde no había lugar para muchas dudas: el pasado colonial se encuentra idealizado con una clara aversión a las historias difíciles y libre de tensiones con la “madre” patria. La cuestión es que este Museo, como ocurre en Ciudadano Kane, es una especie de Xanadú que muestra una aparente riqueza material infinita, donde aparece otro personaje invisible: el periodista en busca de "Rosebud", que debe comenzar a profundizar en los aspectos cotidianos de las historias reales: la memoria social de esa “niñez” arrancada a la fuerza de lo que más se ha amado. Como en la película, este Museo deberá comenzar a pasar de una lógica complaciente alrededor del poder para comenzar a expresar de manera urgente la profunda dimensión humana del periodo colonial en toda su narración. Esos pedazos de palacio están destinados a volverse piedras vivas que cuentan el pasado de forma abierta, creando dudas y abriendo caminos, o tal vez trochas, para entender la sociedad caribeña en la que de alguna manera vivimos cada uno de los habitantes de esta región del mundo llamada América Latina.

Comments

Popular Posts